Te invitamos a conocer nuestra amplia línea de productos Fiberball.
Colecciones de almohadas segmentadas por tipos de espumas y rellenos
Una auténtica y orgullosa empresa Argentina, generada y desarrollada con recursos genuinos, fruto de un incansable trabajo de campo en el mercado nacional e internacional.
Mantenimiento: Es recomendable usar una funda protectora para tu almohada. La funda protege la almohada del polvo, la suciedad y la humedad, lo que aumenta su vida útil. Cambiá y lavá la funda al menos una vez por semana.
Ventilación: Si la almohada no se puede lavar, ventilarla al aire libre periódicamente quitando la funda, esto ayudará a eliminar la humedad y los olores, extendiendo su vida útil. Es importante también ventilar la habitación en general para evitar la humedad en telas, colchón y mantas. La humedad y el calor pueden fomentar el crecimiento de moho y ácaros del polvo.
Lavado de la almohada: Verificar si tu modelo de almohada puede ser lavado. Cada almohada tiene sus propias instrucciones específicas de cuidado. Las almohadas de plumas, plumas sintéticas, fibra o espuma de memoria se pueden lavar en casa, siguiendo las instrucciones del fabricante. Dejá la almohada según las indicaciones en la secadora o al aire libre. Evita el calor excesivo que puede dañarla.
Rotación: Cambiá de posición la almohada regularmente para que el desgaste del uso sea de manera uniforme.
No fumes en la cama: El humo del cigarrillo mancha la almohada y afecta la calidad del sueño.
No comas en la cama: Las migas y las manchas de alimentos pueden dañar la almohada y atraer ácaros del polvo.
Evita el sudor excesivo: Cambiá la funda de almohada con frecuencia si sudás mucho durante la noche.
Siguiendo estos consejos, podéss mantener tu almohada limpia y cómoda por más tiempo.
La vida útil de una almohada depende de varios factores, como el tipo de material de relleno, la frecuencia de uso, las condiciones de lavado y el cuidado que se le dé. En general, las almohadas tienen una vida útil aproximada de 1 a 3 años.
Cambiar una almohada es importante por muchas razones
Saludo y Bienestar
Higiene: Las almohadas acumulan polvo, ácaros del polvo, células muertas de la piel, sudor y otros alérgenos con el tiempo. Esto puede provocar alergias, asma y problemas respiratorios.
Soporte y alineación: Las almohadas con mucho uso pierden su capacidad de brindar soporte adecuado para la cabeza y el cuello. Esto puede conducir a dolor de cuello, dolores de cabeza, tensión muscular y problemas de espalda.
Calidad del sueño: Una almohada vieja puede ser incómoda y dificultar conciliar el sueño. Una almohada nueva, fresca y cómoda puede mejorar la calidad del descanso.
Duración de la almohada
Desgaste y rotura: Las almohadas se desgastan con el tiempo, incluso si se cuidan adecuadamente. Los rellenos interiores pierden su volumen, se vuelven menos firmes y la cubierta o funda puede desgarrarse.
Pérdida de forma: Si la almohada ya no proporciona el soporte adecuado para tu cabeza y cuello, es hora de cambiarla.
Las almohadas que se han utilizado durante mucho tiempo pueden deformarse o perder su forma original, lo que afecta el soporte y la comodidad.
Recomendaciones generales
Reemplaza tu almohada cada 12-18 meses: Es un buen punto de partida para mantener una higiene y un soporte adecuados.
Observa los signos de desgaste: Si tu almohada está aplanada, deformada o tiene un olor no deseado, es hora de cambiarla.
Consultá a un profesional de la salud: Si tenés problemas de cuello, espalda o dolor crónico, consultá con un médico o fisioterapeuta para obtener recomendaciones sobre tu almohada adecuada.
Recordá que una buena almohada puede marcar la diferencia en la calidad de tu sueño y en tu salud general.
Una buena almohada es crucial para un descanso reparador y un bienestar general. No se trata solo de comodidad, sino de un elemento vital para:
1. Alineación postural: Una almohada adecuada apoya la cabeza y el cuello en una posición neutral, evitando tensión muscular y dolores de cabeza. Permite que la columna vertebral se mantenga alineada, tanto si se duerme de lado, espalda o boca abajo.
2. Reducción de dolores: La mala postura durante el sueño puede provocar dolores de cuello, hombros, espalda y cabeza. Una buena almohada disminuye la presión en estas zonas, mejorando el flujo sanguíneo y aliviando el dolor.
3. Mejora de la calidad del sueño: Un buen soporte para la cabeza y el cuello contribuye a un sueño más profundo y reparador. Reduce el movimiento durante la noche, disminuyendo la probabilidad de despertarse con fatiga.
4. Prevención de problemas respiratorios: Para quienes duermen de lado, una almohada alta puede abrir las vías respiratorias, facilitando la respiración y evitando ronquidos.
5. Alivio del estrés: La relajación y comodidad que proporciona una buena almohada contribuyen a la reducción del estrés y la ansiedad.
6. Mejora del estado de ánimo: Un sueño reparador gracias a una almohada adecuada, se traduce en mayor energía, mejor estado de ánimo y mayor concentración durante el día.
7. Beneficios para la salud: Un descanso óptimo gracias a una buena almohada, puede contribuir a reducir la presión arterial, mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.
En resumen, una buena almohada no es un lujo, sino una inversión en tu salud y bienestar. Es por ello que te recomendamos elegir la adecuada a tus necesidades, considerando tu postura al dormir, la altura y firmeza que mejor se adapten a tus características.
Recordá: Es importante cambiar la almohada cada 12-18 meses, ya que se deterioran con el uso.
La almohada ideal para descansar mejor depende de varios factores personales y no existe una única respuesta:
1. Posición para dormir:
Boca abajo: Almohadas delgadas y firmes que eviten el estrés en el cuello.
De lado: Almohadas de altura media-alta, con contornos para mantener la alineación de la columna vertebral.
De espalda: Almohadas delgadas, firmes o de apoyo cervical, que mantengan la curva natural del cuello.
2. Preferencias personales:
Firmeza: Algunas personas prefieren almohadas firmes, mientras que otras prefieren almohadas más suaves.
Material: Plumas, espuma viscoelástica, látex, fibras o algodón. Cada material tiene sus propias características.
Altura: La altura de la almohada debe permitir que el cuello esté en línea recta con la columna vertebral.
3. Problemas de salud:
Dolor de cuello: Almohadas de apoyo cervical que mantengan la curva natural del cuello.
Dorsalgia: Almohadas que eviten el estrés en la columna vertebral.
Alergias: Almohadas hipoalergénicas.
4-Algunos ejemplos de almohadas populares:
Almohada de espuma viscoelástica: Se amolda al cuerpo y reduce la presión sobre los puntos de presión.
Almohada de látex: Duradera, ventilada y antialérgica.
Almohada de plumas: Suave y cómoda, pero puede ser demasiado cálida para algunas personas.
Almohada de fibra: Cómoda, moldeable y fácil de limpiar.
Importante: La almohada ideal para descansar mejor es la que te permite dormir profundamente y despertar sin dolor ni rigidez.
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